Me empecé a desnudar y me acerqué lentamente a ella, la tomé por la espalda, me lamí los dedos y se los empecé a meter por las braguitas de su atuendo de vaquita, la comencé a masturbar y hacer mojar mientras besaba sus hombros y su cuello. Ella tomó mi pene con tanta firmeza y empezó a masajearlo lentamente, yo me puse cachondísimo y comencé a menear las caderas mientras mis manos se ocupaban de hacerle una paja a Lola en su deliciosa y suave vulva mientras con la otra mano saqué sus hermosas y sensuales tetas, apreté sus pezones duros buscando ordeñarla un poquito, empezó a lactar como buena vaquita mientras ella sacaba otro tanto de mi propia leche eyaculando un poco entre sus manos. Fue un momento tan excitante que me acosté sobre ella y empecé a besarla apasionadamente mientras con sus manos me agarró y me apretó el culo provocándome una nueva erección, le bajé totalmente las bragas y empezamos a hacer el amor con tantas ganas.
Le di mi duro deseo con toda mi lujuria mientras cada uno gemía y jadeaba el nombre del otro. Me levanté rápidamente, le di la vuelta y me corrí en sus nalguitas y espalda con tanta fuerza dejando mi leche calentita y posteriormente un beso en su labios como recuerdo de una ardiente y muy erótica fantasía