sábado, 17 de agosto de 2013

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viernes, 8 de febrero de 2013

Relato erótico

Hola, este es un relato erótico, el primero que quiero compartir y el primero que escribo sin mucha técnica ni habilidad y si con mucho corazón. Espero lo puedan leer y disfruten sin tapujos.

Alex era un hombre cansado del mundo en que vivía. Iba de aquí para allá recorriendo el mundo sin rumbo fijo, las decepciones amorosas y con las amistades siempre habían sido una constante. Alex era escritor de renombre de libros de fantasía y ciencia ficción lo que le había dado los recursos suficientes para ahorrar y empezar este viaje sin fin huyendo del mundo vacío que lo rodeaba, su único recuerdo y de valor material aunque ahora más sentimental que conservaba era su pluma dorada de escritor que se había ganado en un certamen y conexión con la vida que dejaba atrás. Su recorrido lo había llevado a un pequeño pueblo de Escocia ideal para pasar un tiempo anónimamente y en aparente tranquilidad, lo más lógico y teniendo en cuenta tanto dolor que lo acompañaba fue ir por un buen trago de whisky para calmar por un rato cada pena que tenía encima. Entró en el típico bar donde la algarabía y el olor desagradable del alcohol mezclado con tabaco no se hicieron esperar.

Sin nada interesante hasta aquel momento, algo de repente llamó la atención de Alex, alguien embellecía aquel extravagante y decadente lugar, se trataba de una muy sexy y escultural camarera que le había atendido amablemente quien le dejó pasmado y este desde entonces no le quitaba la vista de encima a pesar de que constantemente se repetía a si mismo que dejara la idea teniendo presente su pésimo historial en relaciones. Bebió su último trago esa noche y se dispuso a salir a buscar algo de alojamiento para pasar la noche y la resaca. Mientras caminaba por las calles vacías la lluvia no se hizo esperar pero a Alex no le importó y mientras seguía su paso encontró una pequeña bodega sola sin cerrar del todo y Alex encontró refugio ahí. Una vez adentro busco un sitio mullido para acomodarse, de repente una sensual voz cortó esa aparente sensación de soledad que este hombre tenía, la femenina voz preguntó si había alguien ahí. Alex alcanzó a divisar a la figura portadora de esa encantadora melodía vocal con la poca luz de los postes que entraba allí por las altas ventanas. Era la hermosa camarera que un par de horas atrás había visto con deleite en el bar. La chica se presentó como Ely y le hizo saber que había notado como ella era objeto de su interés, de como él la observaba a pesar de atender a otros clientes ahí y apenas tener algo de tiempo, Alex se sonrojó por esto y le ofreció disculpas si la había hecho sentir intimidada. Ely soltó una pequeña risa y dijo que se sentía halagada porque a pesar de que los ebrios del bar la miraban constantemente pocos lo hacían con la mirada de Alex que aunque transmitía cierto deseo también transmitía bastante tristeza.

Se sentaron y conversaron sobre los fracasos de uno y de otro, los hombres y mujeres que habían pasado por la vida de los dos, mientras esa intimidad se hacía más evidente. Alex no podía evitar sentir cierta excitación con la mujer que tenía a su lado, su voz, su perfume y lo cerquísima que la tenía y Ely sentía lo mismo, el corazón de Alex comenzaba a latir rápidamente, se acercaba mas, el tocaba sus piernas y ella correspondió igual, sus labios se encontraron y sus lenguas luchaban entre sí por sentir y proporcionar placer al otro. La erección de Alex no se hizo esperar y Ely la notó, sintiendo ese bulto entre sus manos que subieron a esa zona acariciando y estimulando a través del pantalón de Alex. El la tomó de la delgada cintura y subiendo sus manos a sus pechos voluptuosos y suaves, pues ella vestía una delgada blusa lo que hacía que sus atributos se vieran y se sintieran muy bien al tacto. Ella comenzó a besar su cuello y abriéndole la camisa mientras ella llevaba sus manos dentro de su pantalón masturbando aquel miembro duro, entre apasionado intercambio de fluidos lengua vs lengua, ella decidió bajar y chupar esa verga latente de ganas. Alex se retorcía de gusto total por esos estimulantes besos orales mientras el la miraba, ese ángel que succionaba su masculinidad y que en cualquier momento lo podría hacer estallar entre la sensual boca de su amante. No, no podía continuar y decidieron cambiar de rol, era esta vez Alex quien utilizaría sus labios y mas para devolver el favor a tan ardiente chica, el subía lentamente aquella minifalda enseñando ese liguero que solo hacia era motivar a continuar ese viaje oral al centro de la pasión de Ely. Buscando el codiciado premio era ella quien se humedecía rápida e incontrolablemente, mientras tanto mutuamente se tomaban de las manos como si el fin del mundo estuviera cerca con tal fuerza aferrándose a lo que les quedaba de vida y ella sentía la agonía del orgasmo, mientras Alex subía poco a poco, el estomago, sus pezones duros, su cuello y finalmente se reanudaba el combate entre sus bocas mientras la dura erección tenía el gran gusto de penetrar en Ely, en su intimidad sentir esa humedad y su feminidad al tiempo que los jadeos de uno y otro casi retumbaban en esa bodega convertida en un templo de la pasión y el calor, cada vez más rápido y trepidante, el contoneo era más salvaje y potente, sin embargo dando tiempo para un cambio y Ely ofreciéndose a su viril amante y dejándose embestir por detrás hasta que el orgasmo final se presentaba y la contienda llegaba a su fin, sin un ganador o perdedor, pues el gozo era mutuo, y Alex soltaba su deseo brotando con fuerza en el cuerpo de Ely finalizando el encuentro.

Sin embargo la vida de Alex se empezaba a apagar, NO!!, era algo más que el agotamiento físico, una especie de aura salía de su cuerpo, apurado Alex se vistió y se puso el pantalón pero sentía que se debilitaba, observaba a Ely convertirse en algo más siniestro, de pronto sus ojos se tornaban en un rojo fuego y alas brotaban de esa espalda bañada en lujuria, aquella hermosa mujer se tornaba a una entidad non sancta que devoraba lo que quedaba del hombre con el que acababa de hacer el amor, tomando su esencia y todo lo que su existencia consistía, la muerte se presentaba y Alex tenía que hacer algo pronto, su pluma de escritor dorada que conservaba como recuerdo, más poderosa que una espada y brillante como algo sagrado era el arma que Alex necesitaba apuñalando a este Sucubo lleno de furia, utilizando el dolor y frustración y como motivación, este ser se retorcía de dolor mientras los vecinos ya alertados por el ruido se apresuraban a entrar a la bodega a ayudar a aquel hombre prendiendo fuego a ese demonio. Como dos contendientes dándolo todo en la faena y exudando su último aliento Alex enfrentaba a aquel demoníaco ser que representaba toda esa pasión que su corazón anhelaba pero que no podía manifestar mezclado con el dolor de esos amores no correspondidos que tanta tristeza y amargura causaron. Alex se ponía el resto de su ropa y abandonaba el lugar eludiendo a los curiosos que se persignaban corriendo y desaparecía en la espesura de la noche listo para retomar el viaje y encontrar un nuevo destino, uno con mejor desenlace y donde la vida fuera más amable para este escritor....

Por William